PARA EMPEZAR...

PARA EMPEZAR...

Me llamo Marta Fernández, licenciada en periodismo, experta en Relaciones Internacionales y a un paso de ser Doctor en Ciencias Políticas.

Mi pasión por el periodismo y contar lo que pasaba comenzó siendo muy pequeña, quizá tuviera unos seis años, y veía a los reporteros en la tele, cada día en un sitio, contando historias diferentes, visitando muchos lugares, conociendo otras culturas y personas, todo muy apasionante. Y como siempre he sido muy cabezona eso fue justo lo que hice, convertirme en periodista y aunque no se si por azar o por mala suerte (o no), la vida no me está brindando la oportunidad de ser periodista pero si que me está dando la de viajar y conocer diferentes lugares, culturas y personas, a veces lejos de casa, otras veces muy cerca de ella, pero siempre encuentro en todo una historia que merece ser contada.

Ya decían Celtas Cortos "En estos días inciertos en que vivir es un arte", yo lo que pretendo es exprimir al máximo ese arte, contar mis experiencias y compartir mis viviencias que a veces son buenas y otras no tanto, pero que la mayoría de las veces dejan anécdotas graciosas y divertidas que me recuerdan lo maravilloso que es ir...Dando Vueltas por Ahí.



miércoles, 19 de marzo de 2014

MADE IN UK


Una de las cosas que más me gustan del Reino Unido es que tienen muchas “tonterías”, es decir, tarjetitas para todo tipo de ocasiones, rotuladores con purpurina, sartenes color rosa y todo tipo de cachivaches que yo ni siquiera sabía que existían. Todas estas cosas, sobre todo los utensilios del baño y de la cocina suelen tener a su vez dos versiones: la sosa (que es la que podemos encontrar en cualquier país de Europa) y la cursi que está llena de color rosa, animalitos pegados, lentejuelas, purpurinas y demás.

Como ya os he confesado a mí estas tonterías me gustan mucho y si algún día por motivos de trabajo termino viviendo en el Reino Unido de manera habitual, mi casa estará llena de cosas de estas porque ¿quién tienen unos guantes de fregar los platos normales y corrientes de color amarillo o rosa cuando se pueden tener rosas y verdes simulando un jardín y con una mariquita pegada en la parte de arriba? las inglesas pueden tenerlo las españolas nos tenemos que conformar con los guantes feos y sosos. (Ver foto, lo que hay al lado es un cepillo de fregar los platos que, por supuesto, va a juego)

Claro que todas estas “tonterías” no se quedan ahí sino que pasan también al plano alimenticio, por eso, no es de extrañar que pueda pasarme horas en el supermercado (cuando digo horas lo digo en sentido literal) observando embelesada todas las cosas raras que ahí. Me voy a la sección de cereales y encuentro cien mil tipos diferentes: integrales, normales, con azúcar, sin azúcar, de trigo, de avena, de cebada, integrales de chocolate y sabor a caramelo, rellenos de avellana o de fresas, con pasas, con frutas, con caramelos, con forma de galletas cookie pero que en realidad son cereal… todos ellos muy sanos, con ocho vitaminas y hierro, fuente de fibra y de calcio... bueno, bueno, el no va más.

En la sección de congelado ocurre lo mismo: guisantes con mantequilla (sí, lo que estáis leyendo), verduras con salsa de ajo, pescado con salsa no sé cómo, filetes ya empanados…vamos que te las ves y te las deseas para comprar algo normal que no lleve ninguna salsa extraña añadida. Lo mismo ocurre con las patatas fritas de bolsa, los británicos son los amos de los snacks, yo no sé la cantidad de bolsitas de tontunas que pueden llegar a tener y además de todos los sabores. Los que más me llaman la atención son las patatas fritas con sabor a pollo (a mí me saben a cocido) y las patatas fritas con sabor a gamba. Confieso que no soy muy de snacks por esa fobia a los kilos de más pero estos sabores los probé la primera vez que estuve en UK hace ya muchos años. Mis favoritos son los hula hopos, que son unos aritos de patata, sositos pero muy buenos.

 
 Podría pasarme horas hablando de los supermercados británicos porque son sitios que me fascinan, la sección de azúcar y harina es también para crear una entrada a parte así que me reservo los comentarios para un “post” futuro, pero lo que sí que no voy a pasar por alto es la sección del chocolate.

Como todos ya sabéis a mí el chocolate me gusta muchísimo y aunque como buena amante del placer chocolatero prefiero el chocolate negro, no hago ascos tampoco a su versión blanca o con leche. Es verdad que he vivido en el país del chocolate (Bélgica) donde he probado algunos que casi me han hecho llorar de lo ricos que estaban pero los chocolates británicos tampoco se quedan muy atrás. Si tuviera que elegir alguno sería el de “Wonka” una tabletita que ha diseñado Nestlé simulando los chocolates de la conocida película de Tim Burton “Charlie y la fábrica de chocolate”. “Wonka” tiene tres sabores pero yo me quedo sobre todo con el “Chocolate Nice Cream” uno que esta relleno de Crema con corazón de chocolate. Podéis imaginar…

El caso es que como soy tan choco-adicta me gusta probar todos los chocolates raros que me encuentro en el supermercado con tan mala suerte que el otro día vi un chocolate negro de jengibre. Y no he probado en mi vida el jengibre pero el papel era verde y me recordó a un pistacho y mi cabeza ya empezó a inventarse un sabor así entre el pistacho y el mazapán y me compré la tableta. En cuanto pagué, lo abrí , lo probé y me horrorizó; estaba malísimo porque el jengibre pica un poco sabe raro y me revolvió el estómago. Me empecé a sentir muy mal y cuando llegué a casa el chocolate salió por donde entró y regalé la tableta horrorosa a mis compañeros de piso.

Cuesta creerlo pero hay un chocolate en el mundo que no me gusta y he tenido que venir a UK para adivinarlo. De todas maneras yo no desisto y seguiré probando todo chocolate y dulce “raruno” que me encuentre en pastelerías y supermercados porque si bien con el chocolate de jengibre me salió el tiro por la culata ha habido otras muchas cosas como los “welsh cakes”, “carrot cakes” o “maple syrup (sirope de Arce)" que me han gustado muchísimo.

El día que vuelva a España no echaré de menos el clima británico pero si sus supermercados, aunque me he enterado que en algunas zonas de costa hay un supermercado llamado “Iceland” popularmente conocido como el supermercado inglés donde venden gran parte de estas “tonterías” que en los super españoles no podemos encontrar así que si la morriña del producto británico me atormente demasiado siempre puedo irme a vivir a Torrevieja donde tendré un “Mercadona” y un “Iceland” que me ofrezcan lo mejor de cada uno de los países que más me gustan.

                                                      (Cupcake de Chocolate con Oveja de mazapán)

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