PARA EMPEZAR...

PARA EMPEZAR...

Me llamo Marta Fernández, licenciada en periodismo, experta en Relaciones Internacionales y a un paso de ser Doctor en Ciencias Políticas.

Mi pasión por el periodismo y contar lo que pasaba comenzó siendo muy pequeña, quizá tuviera unos seis años, y veía a los reporteros en la tele, cada día en un sitio, contando historias diferentes, visitando muchos lugares, conociendo otras culturas y personas, todo muy apasionante. Y como siempre he sido muy cabezona eso fue justo lo que hice, convertirme en periodista y aunque no se si por azar o por mala suerte (o no), la vida no me está brindando la oportunidad de ser periodista pero si que me está dando la de viajar y conocer diferentes lugares, culturas y personas, a veces lejos de casa, otras veces muy cerca de ella, pero siempre encuentro en todo una historia que merece ser contada.

Ya decían Celtas Cortos "En estos días inciertos en que vivir es un arte", yo lo que pretendo es exprimir al máximo ese arte, contar mis experiencias y compartir mis viviencias que a veces son buenas y otras no tanto, pero que la mayoría de las veces dejan anécdotas graciosas y divertidas que me recuerdan lo maravilloso que es ir...Dando Vueltas por Ahí.



sábado, 8 de marzo de 2014

ECHANDO UNAS CARRERAS. EL PARKRUN CARDIFF


Siempre he escuchado que correr es de cobardes pero yo no hago caso a ese dicho porque a mí me gusta mucho y no me considero una cobarde en absoluto. Soy una persona bastante nerviosa y correr me ayuda a sosegarme, en palabras de mi amiga Fátima: “a ti lo que te pasa es que tienes mucha energía y necesitas expulsarla de alguna manera y lo haces corriendo”, yo siempre me río cuando me dice eso pero creo que tiene razón.

Sea como fuere siempre que viajo para temporadas largas llevo mis atuendos de correr, me congratula decir que este año he sumado a mis apaños deportivos un reloj GPS chulísimo de Nike que me trajeron los Reyes Magos en casa de mi hermano y que ya no puedo salir a correr sin él. Sí, estoy haciendo publicidad gratuita pero es que me encanta mi reloj-GPS y la ropa deportiva de Nike. El caso es que al llegar a Cardiff una de las primeras cosas que hice fue buscar un sitio para correr, y lo encontré  detrás de mi casa porque vivo justo delante del Bute Park, el parque más grande de Cardiff (creo). Pero la cosa no quedó ahí porque en el Bute Park se celebran cada sábado los “Parkrun”,  un evento deportivo que consiste en una carrera semanal de cinco kilómetros por el parque. Es un evento que tienen lugar por diferentes parques del Reino Unido y la verdad que tienen bastante éxito y se apunta mucha gente y yo no iba a ser menos.

Lo que más me gusta del “Parkrun” es que hay muy buen ambiente porque no es una competición, es más bien una carrera contra ti mismo en la que intentas superarte cada semana. No hay límite de edad para correrla por lo que acuden muchos padres con sus niños e incluso personas más mayores, lo más importante del “Parkrun” es hacer deporte y pasar un rato divertido. Pero aunque no sea una competición tengo que reconocer que yo soy una persona muy competitiva y como vi con el paso de las semanas que iba escalando posiciones el “Parkrun” se ha convertido para mí en el acontecimiento más importante de la semana. Desde hace un mes quedo siempre en muy buen lugar: entre la ciento veintialgo o ciento treinta y algo de entre cuatrocientos o quinientos corredores, entre las diez primeras mujeres y en el cuarto o quinto puesto de mi categoría. Reconozco que son muy buenas marcas y que he mejorado mucho desde que empecé pero a mí ser la cuarta como que no, por eso cada sábado intento superarme para ver si consigo hacer pódium y ese día llegó por fin el sábado uno de marzo.

Cuando me levanté vi que hacia sol, eso hizo que me vistiera con ganas y fuera contenta al “Parkrun”. La temperatura era perfecta, ni frío, ni calor y mis ánimos se iban viniendo cada vez más arriba. Un vez que llegué al lugar donde empieza la carrera me coloqué cerquita de la línea de salida porque el sendero por el que discurre la carrera es muy estrecho al principio y se forma una pelota que te impide correr bien. A las nueve en punto dieron el pistoletazo de salida y empecé a correr. Me sentía con fuerzas y empecé a correr más deprisa, en mi ipod empezó  sonar “Counting Start” de One Republic  y subí el ritmo, luego ya sonó Bastille que es mi grupo favorito y el ritmo se mantuvo más alto que otras veces. Una cosa curiosa que me pasa en Cardiff es que no respiro bien por la humedad y a la hora de correr eso se nota mucho pero yo solo veía que adelantaba a gente y que a mí no me adelantaban y yo creo que hasta se me olvidó que no podía correr bien. Miraba de vez en cuando mi reloj para ver el ritmo y veía que se mantenía, yo seguía contenta. De repente la vi, ahí a lo lejos…”la mujer marotoniana”, un mujer que tienen un aspecto de corredora impresionante, muy delgada y fibrosa; me propuse adelantarla y lo conseguí cuando quedaban 200 metros para llegar a la meta, fue entonces cuando me di cuenta que había cometido un error, que no se puede esprintar tan pronto y que mi estomago me pedía a gritos que bajara el ritmo o tendríamos un problema.“La mujer maratoniana” me alcanzó entrando en la meta y me dieron hasta ganas de llorar, ella hacia el número noventa y nueve y yo el cien. Aun así sabía que había hecho buena marca y que ella, “la mujer maratoniana” no es rival porque no entra en mi categoría. Por la noche me enviaron los resultados  había quedado segunda en mi categoría, ya había conseguido hacer pódium ahora mi próximo reto será…alcanzar a “la mujer maratoniana”.

Pero los acontecimientos deportivos del fin de semana no quedaron ahí porque el domingo dos de marzo se celebraba otra carrera de cinco kilómetros por motivo del día de San David, el patrón de Cardiff y tampoco me quise perder el evento. Esta vez el día era malo, nublado y cayendo un sirimiri que hizo que ya llegara mojada al lugar donde empezaba la carrera. Era una explanada llena de barro por la lluvia caída la noche anterior y mantenido por el sirimiri del que os he hablado unas líneas más arriba. Como uno de los  patrocinadores de la carrera era un centro de fitness militar había unos chicos y chicas muy jovencitos vestidos con indumentaria militar haciendo demostraciones de los ejercicios que se hacen en el centro, así cogían ruedas pequeñas de tractor, las daban la vuelta y saltaban dentro y fuera de ellas, de esta manera hacían carreras entre ellos. También tiraban de cuerdas, hacían muchas flexiones, tenían que ponerse firmes…vamos que entre eso y el barro me daba la sensación de estar en Afganistán. Recogí mi chip y mi dorsal y mientras estiraba me puse a ver los ejercicios que hacían y  pensar lo ridícula que quedaría yo intentando levantar una rueda pequeña de tractor cuando ni siquiera tengo fuerza para abrir un tarro de mermelada.

Cuarto de hora antes de que empezara la carrera y estando ya todos los participantes colocados en la línea de salida, uno de los monitores del centro, guapísimo todo hay que decirlo, nos dijo por un megáfono que teníamos que hacer ejercicios de calentamiento todos juntos y empezó a darnos las instrucciones. Fue super divertido y más aún porque el tipo estaba vestido de militar pero era muy gracioso y simpático y no le pegaba. Nos iba mostrando los ejercicios de calentamiento que teníamos que hacer, que también incluían chocar los cinco con todo aquél que tuviéramos cerca o contar hasta diez todos juntos antes de ponernos a correr sin movernos del sitio, saltos moviendo brazos y piernas…en fin, toda una serie de tonterías que nos hicieron pasar un buen rato y empezar la carrera con ganas y energía.

Me coloqué también de las primeras y al igual que el día anterior mantuve un buen ritmo durante los cinco primeros kilómetros, tanto es así que llegué la veintidós de toda la carrera, la cuarta de todas las chicas y tercera de mi categoría. Me dieron una medallita y me fui a mi casa tan contenta. A todo esto…había olvidado el sirimiri que no había parado de caer y llegué a mi casa pingando J

Y ese fue mi fin de semana, el sábado también disfruté del desfile del día de San David con gente disfrazada y actividades en el castillo pero fue bastante soso y es que mi vida en Cardiff no es tan divertida y apasionante como en Bruselas, tanto es así que he calificado a esta etapa de mi vida como “retiro intelectual” porque no hago más que documentarme para mi tesis, practicar inglés y correr pero estoy contenta porque creo que a todo el mundo le viene bien una etapa de “retiro” de vez en cuando, quien sabe si sigo mejorando mis tiempos de carreras lo mismo me ofrecen representar a Gales en las próximas olimpiadas aunque de momento me conformo con ganar a “la mujer maratoniana”.

 
Nota: Desde que escribí este articulo hasta que lo he publicado han pasado unos días y un nuevo Parkrun ha tenido lugar hoy sábado 8 de marzo. “La mujer maratoniana” que es de Paraguay me estaba esperando en la meta para ofrecerme entrar a formar parte de uno de los equipos de atletismo de Cardiff. No son las olimpiadas pero por algo se empieza.

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