PARA EMPEZAR...

PARA EMPEZAR...

Me llamo Marta Fernández, licenciada en periodismo, experta en Relaciones Internacionales y a un paso de ser Doctor en Ciencias Políticas.

Mi pasión por el periodismo y contar lo que pasaba comenzó siendo muy pequeña, quizá tuviera unos seis años, y veía a los reporteros en la tele, cada día en un sitio, contando historias diferentes, visitando muchos lugares, conociendo otras culturas y personas, todo muy apasionante. Y como siempre he sido muy cabezona eso fue justo lo que hice, convertirme en periodista y aunque no se si por azar o por mala suerte (o no), la vida no me está brindando la oportunidad de ser periodista pero si que me está dando la de viajar y conocer diferentes lugares, culturas y personas, a veces lejos de casa, otras veces muy cerca de ella, pero siempre encuentro en todo una historia que merece ser contada.

Ya decían Celtas Cortos "En estos días inciertos en que vivir es un arte", yo lo que pretendo es exprimir al máximo ese arte, contar mis experiencias y compartir mis viviencias que a veces son buenas y otras no tanto, pero que la mayoría de las veces dejan anécdotas graciosas y divertidas que me recuerdan lo maravilloso que es ir...Dando Vueltas por Ahí.



miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL “BURDEL” DE LA FÔRET

Como buena viajera aprovecho cada fin de semana para andorrear por los alrededores de Bruselas, cualquier pueblo por pequeño que parezca merece que me de una vuelta por ahí para ver lo que se cuece; es todo tan diferente a lo que tengo en España que no quiero dejarme ningún rincón sin conocer. Por suerte, mis nuevos amigos de Bruselas comparten esta afición así que siempre que podemos cogemos el tren o bus correspondiente y nuestras cámaras de fotos y nos vamos por ahí. 
Hace un par de semanas, aprovechando el solecito, decidimos acercarnos a “La Fôret de Soignes” un bosque que hay al sudeste de Bruselas. Ni que decir tiene que el sábado que fue cuando decidimos ir hacía sol pero el domingo que era el día programado, la mañana se presentó nubosa y con niebla y no abrió el cielo en todo el día, pero bueno, aún así fuimos. Mis amigos se habían informado de cómo ir, una señora muy amable, les había explicado que había que coger dos autobuses y un par de tranvías. A mí me apreció un poco raro porque mi compañero de piso me había dicho que había un autobús que te dejaba derecho pero pensé que no sería el mismo bosque así que allá que nos fuimos muy obedientes a coger los cuatrocientos mil tranvías que la señora nos había indicado.
Lo primero que hicimos fue ir en metro hasta la parada del tranvía, allí tomamos uno y luego un autobús que nos dejó en la parada de otro tranvía que a su vez nos tenía que dejar en la parada de otro autobús. Como nos estábamos liando un poco decidimos preguntar a una señora muy elegante y muy seria que estaba en la parada. Mi amigo le dijo que estábamos buscando la plaza no se qué (no recuerdo el nombre) y que de allí teníamos que ir en bus a la “GARE DE BURDEL”. Al oír la palabra burdel me extrañó un poco, un burdel es un burdel en todas partes y me parecía raro que una estación se llamara así; se lo comenté a mis amigos y me enseñaron el papel con la explicación de la señora donde aparecía escrito “GARE DE BOORDAEL”,  a lo que mi amigo me dijo que suponía que se pronunciaría BUGDEL al más puro estilo francés.
Un chico nos indicó amablemente que tranvía teníamos que coger porque la señora del principio no quiso saber nada de nuestra pregunta y nos contestó q no sabía nada, aunque su parada era la misma que la nuestra. Una vez en el tranvía volvimos a hacer repaso del recorrido que nos quedaba y salió otra vez a relucir la famosa “GARE DE BURDEL”, la chica que estaba en frente de nosotros empezó a sonreírse al oírlo, por lo que otra vez volví a decir a mi amigo el portavoz que dudaba que fuera BURDEL. La chica de la gran sonrisa, nos indicó donde bajar y tomar el autobús y eso fue justo lo que hicimos. Al subir al autobús, el portavoz le pidió por favor al conductor que nos parara en la ya famosa GARE DE BURDEL…la cara del conductor fue un poema…-¿Dónde queréis que pare?, preguntó. –En la GARE DE BUGDEL- contestó mi amigo. –No es BUGDEL, es BUUNDEL, dijo sonriendo el conductor. Y todo el autobús se empezó a reír, nosotros los primeros, con mi amigo el portavoz de la aventura un pelín avergonzado pero riéndose también. El trayecto en el bus hasta GARE DE BOUNDAEL fue muy divertido porque gracias a la tontería estuvimos hablando y riéndonos con la gente del autobús y la pronunciación francesa. Aunque en realidad la culpa no era nuestra si no de la letra de la señora que nos había dado por escrito las indicaciones porque su N de BOUNDAEL parecía una R.
AL final llegamos al bosque, dos horas después de la hora prevista, es el sitio de la foto que adjunto (como me encanta la fotografía todas las fotos que aparecerán aquí estarán hechas por mí o por algún amigo, en ese caso indicaré quien es el autor). Los colores del otoño, la neblina y el frio le daban al bosque un aire de poesía de Espronceda…mereció la pena el viaje. Estuvimos dando una vuelta por el bosque y tomando fotos. Cuando empezó a oscurecer decidimos que había llegado el momento de volver a casa a ver si era posible no volver a armar un espectáculo. Para nuestra sorpresa, nos dirigimos a una de las paradas de autobús y vimos que efectivamente, como me había dicho mi compañero de piso, había un autobús que nos dejaba prácticamente en frente de mi casa y que tardaba unos 30 minutos. Cuando lo vimos nos reímos mucho, podíamos habernos ahorrado la vergüenza del BUGDEL y los cuatrocientos medios de transporte que habíamos cogido para llegar. Pero ya no había que pensarlo, además, había sido la parte más divertía del día, así que cogimos el autobús y entre risas nos fuimos a una de las cafeterías que hay por Saint. Boniface a por un chocolate caliente que bien merecido lo teniamos.


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